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No, no me refiero a los efectos fidelizadores, o barreras al cambio (cada uno que lo llame como quiera) de los actuales servicios de almacenamiento en la nube disponibles en La Red. Unos asociados a la contratación de otros productos (véase el caso del iCloud de Apple, el servicio Skydrive de Windows o el Drive del siempre omnipresente Google por poner algunos ejemplos), otros, simple y llanamente, servicios de almacenamiento Cloud con una entrada "freemium" a la espera de capturar al usuario una vez convencido de las bondades de disponer de almacenamiento de tamaño variable en la nube con el añadido de poder acceder a su contenido desde cualquier sitio y dispositivo en el que disponga de una conexión a Internet (Dropbox, Opendrive, Fiabee, entre otros muchos).

Tampoco me refiero a los lazos que puede llegar a establecer cada uno de estos servicios con sus usuarios si estos sucumben a los múltiples beneficios que proporcionan: desde la ubicuidad hasta el multi-dispositivo, pasando por la protección contra fallos, seguridad, sistemas de back up (aunque por supuesto podemos debatir acerca de privacidad, disponibilidad o las múltiples cláusulas que los proveedores de este tipo de servicios obligan a firmar a sus Clientes). Por cierto, me considero un feliz cautivo de algunos de estos servicios.

No, en este caso pensaba en el segmento empresas, más concretamente en las PYMES, y en las ofertas de proveedores e integradores, basadas en este tipo de tecnología, dirigidas a reducir al máximo los esfuerzos orientados a las TI permitiendo focalizar toda su capacidad en el negocio "Core" de cada una de ellas. Y es que, si los beneficios que proporciona un "sencillo" servicio de Disco Virtual en Red a un usuario residencial son múltiples, y las barreras al cambio (o efectos fidelizadores del servicio, insisto, cada uno que lo llame como quiera) son elevadas, estas crecen exponencialmente con la complejidad de la solución que se proporciona.

En esta pirámide se representa de un modo sencillo, de menor a mayor complejidad, las posibilidades de un Proveedor de Servicios Cloud pasando desde el simple espacio físico en un servidor ubicado en un CPD (Hardware) hasta el Software as a Service (SAAS), en el que las propias aplicaciones que nuestra PYME necesita para interactuar con sus Clientes, Proveedores, o su propia gestión interna, se encuentran virtualizadas en la nube desligando casi 100% la gestión de las TI de la gestión del propio negocio. A medida que subimos escalones en la pirámide menor es la inversión y menores los esfuerzos que la empresa debe dedicar a las TI pasando del Hardware a la Virtualización, a la Infraestructura como Servicio (Infraestructure as a Service), a las Plataformas como Servicio (Platform as a service) y finalmente al Software como servicio (Sw as a Service) en el que el proveedor ofrece una solución TI completa a su Cliente.

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Fuente: ¿QUÉ SON EL CLOUD COMPUTING Y GOOGLE APP ENGINE?
Obviamente existen multitud de soluciones y variantes pero, llegados a este punto, pensemos en las barreras al cambio que nos encontraremos en caso de plantearnos sustituir al proveedor de este tipo de servicios; por nombrar algunos:

Negociación comercial con el nuevo Proveedor.
Elaboración de especificaciones.
Proceso de modificación de Interfaces creados con Proveedores (y campaña de comunicación asociada)
Proceso de modificación de Interfaces creados con Clientes (y campaña de comunicación).
Inversión en asumir el incremento de incidencias asociadas al servicio a lo largo de la primera etapa (que probablemente el nuevo proveedor esté dispuesto a asumir si no completamente al menos en parte).
Formación al personal interno en la nueva herramienta.
Adaptación al nuevo entorno de la Información historificada disponible en el antiguo entorno.
Proceso de migración sin paralizar la prestación de los servicios.

Y sin embargo seguramente todas ellas se minimicen o desaparezcan ante dos eventos enlazados: una mala experiencia del servicio unida a una mejor oferta económica por parte de la competencia. En esta situación seguramente la empresa en cuestión asumirá el doloroso proceso de cambio para evitar mantener la experiencia negativa al tiempo que reduce sus costes.

Resumiendo: si a un simple usuario residencial se le fideliza con una buena experiencia de usuario en un disco virtualizado, ¿no será aún más robusta la relación que se establezca entre un proveedor de servicios avanzados de Cloud y sus Clientes si se cuida la prestación del servicio y los precios están ajustados a mercado? O visto de otro modo ¿Cuál es el efecto fidelizador de un servicio avanzado basado en Cloud dentro de una oferta global de un proveedor de Servicios TIC?

                                                                                                                                        Pedro Gómez Gallardo
 
Después del primer post en el que TID nos proporcionaba su visión del mundo en 2020 a través de una serie de datos y porcentajes desglosando en diferentes regiones y comparativas con la situación actual, nos hemos encontrado con esta otra visión del futuro, sin datos, más visual, en el que Microsoft nos muestra como entiende la contribución de las nuevas tecnologías en un día habitual de una familia.

Me vienen a la cabeza varios pensamientos:

  • Algunas de las cosas mostradas en el vídeo existen ya hoy en día.
  • Muchas de las aplicaciones que se muestran pasan no solo por el desarrollo de los terminales sino también por un incremento sustancial del ancho de banda disponible para la transmisión de datos, más aún en el caso de las aplicaciones sobre terminales móviles.
  • La tecnología que se muestra en el vídeo tendrá un determinado coste tanto por los terminales como por los servicios proporcionados sobre estos ¿al alcance de que porcentaje de la población estará?

De lo que no me cabe duda es de que en breve tendremos este tipo de tecnologías y más ...