Hoy ha sido jornada de huelga y se me ha venido a la mente una conversación mantenida hace poco tiempo con antiguos compañeros de universidad y compañeros de profesión sobre cómo la tecnología puede ayudar a tener una democracia más participativa. A cualquiera que tenga un mínimo de conciencia social y un poco de cultura digital le parece evidente que las tecnologías de la comunicación deben acabar siendo el vehículo que permita una mayor participación ciudadana y, por el camino que vamos, tiene pinta de ser la única salida a un creciente desapego de la sociedad a la clase política, bien para recuperar el prestigio perdido o bien como medio para cambiar las cosas.

Con los últimos capítulos de Salvados hemos aprendido que la democracia en España es de todo menos participativa y, dado que todos los poderes fácticos en este pais están politizados, la única via de transmisión de información y opinión sin adulterar son las redes sociales. La duda es, ¿podrían ser estas redes sociales el embrión de una mayor participación ciudadana? 
En este punto voy a hacer un recorrido por las plataformas y experiencias que han ido surgiendo al rededor de esta idea:

La plataforma de “recogida de firmas":
www.change.org
Recogida de firmas por internet para ILPs: http://mifirma.com/
Escaños en blanco: Más que una plataforma, es un partido que busca que el boto en blanco sea computable: http://www.votoenblancocomputable.org/
Democracia participativa por internet llevada al extremo: http://www.d-3.info/democraciadirecta/

Mención especial merece la plataforma de democracia participativa de Extremadura, iniciativa del a Junta de Extremadura desarrollada por Telefónica que se basaba en una promoción de iniciativas parecida a meneame.com y que fracasó por falta de uso. Ya está inaccesible

Mientras tanto, el senado ha estrenado recientemente una web que, polémicas sobre su coste a parte, trata de fomentar la participación mediante la comunicación con senadores y grupos parlamentarios. www.senado.es. Algo parecido hace el congreso en www.congreso.es desde hace tiempo.

Parece claro que estas iniciativas se quedan cortas para las posibilidades que nos ofrece la tecnología, pero no es menos cierto que tienen mas enemigos que promotores. Por un lado la propia clase política que ve peligrar su cuota de poder, y por otro que en general hay una inercia a inacción por parte de la ciudadanía. Además, hay que tener en cuenta que los recursos no son universales, no todo el mundo tiene acceso y entiende la tecnología.
Jorge García Carnicero